Contra todo pronóstico, hoy Florentino ha anunciado la supresión de la Dirección Deportiva del Real Madrid y, por ende, la destitución de Jorge Valdano. El organigrama del club parece reconducirse hacia un modelo Premier League, donde es el entrenador quien hace y deshace en la plantilla; algo lógico, si tenemos en cuenta que es a él a quien se le van a pedir responsabilidades sobre el rendimiento del equipo.
Los motivos que parecen esgrimir una mayoría de periodistas para criticar esta salida del club, es que Valdano era un tipo que representaba muy bien la imagen y los valores del Real Madrid.
Mis motivos para desear desde hace tiempo que esto ocurriese son:
-No haber asumido la responsabilidad en los fracasos de los proyectos que él mismo propuso, declinando la misma en el entrenador de turno. Sorprendentemente, en prensa nadie le pide responsabilidades por esto.
-Ponerle buena cara a los medios de comunicación, pasearse por Valdebebas y criticar aspectos del equipo sin ánimo de solucionarlos es poco trabajo para los casi dos millones y medio de euros anuales que percibía.
-No le ha importado dejar cojo al equipo, desprendiéndolo de jugadores valiosos (Robben, Sneijder, Van Der Vaart, etc.) con el único fin de hacer caja.
El piperío culé (y buena parte del madridista) intentará convencernos de que con Valdano hemos perdido el poco señorío que nos quedaba; si señorío es propinar insultos racístas, lo siento, no hace falta crear un cargo para eso.
Valdano sale ahora, pero una mayoría del madridismo ya no le deseaba en esta segunda etapa de Florentino. La temporada pasada pudimos apreciar las artes del argentino, apostando por un entrenador al que dejó solo de cara a la afición y de cara al presidente cuando las cosas no iban bien. Y es que era muy bonito criticar desde una oficina, pero aún recuerdo los sarpullidos que le salieron cuando la prensa le sugirió que, si se cesaba a Pellegrini a mitad de temporada, fuese él quien tomase las riendas del vestuario madridista.
No me entristece la marcha de un cargo costoso (y ahora le llega el finiquito) e indefinido en sus funciones. Muchos demandábamos hace tiempo plenos poderes para el entrenador, por coherencia y estabilidad deportiva. Hoy el Real Madrid es más fuerte.
¿Qué señorío representaba Valdano? ¿El de tener un pico de oro y ser empalagoso hasta la saciedad? ¿El de poder aunar en una misma persona el oficio de futbolista y periodista? Uf, mala combinación me parece a mí, con lo interesada que es la prensa deportiva.
ResponderEliminarPorque por lo demás, ¿cuándo ha salido Valdano en defensa del Madrid cuando hacía falta? Que yo recuerde lo hizo hace años en una eliminatoria copera contra el Sevilla (donde la montó, por cierto), y seguro que los que ahora lo defienden lo criticaron entonces. En realidad se ha limitado a poner la otra mejilla cuando perjudicaban al Madrid (ya fuera desde la UEFA o desde la LFP). No me extraña que los culés lo quisieran vitalicio en el Madrid.
Pero ya puestos a pedir todos, yo también quiero que vuelva Gaspart como presidente culé, y Serra Ferrer como mister. Que a ese nadie le ponía en duda su falsa modestia y seguro que eso beneficia a la larga la imagen blaugrana, no?
La prensa protege a quien le da información desde dentro del club; ocurrió con Raúl y ocurre con Valdano.
ResponderEliminarSeñorío, para mí, es acordarse de un jugador del eterno rival cuando está atravesando un problema de salud, incluso arriesgándose a sanción de la UEFA. Señorío es ofrecerse para ayudar a una población que está atravesando un duro momento (aquí el señorío es compartido con Atlético, Sevilla y Villarreal, que también se ofrecieron), mientras otros aún se lo están pensando.
Totalmente de acuerdo. Es que ese señorío que comentas (el de verdad: el de acordarse de Abidal; el de acordarse y ayudar a la gente de Lorca, etc) ha existido, existe y existirá siempre. Y eso es independiente de Valdano. Por mucho que a muchos medios de comunicación les pese su marcha.
ResponderEliminarEn el fondo,les jode que se vaya su amiguito que les filtraba noticias, pero que no mezclen tonterías de señorío, que en este mundillo nos conocemos todos.
Hombre, vender a Sneijder, Robben y Van der Vart por 50 millones no es hacer caja, es mal venderlos. El Madrid ha hecho muy bien en largarlo, un tío cuyas declaraciones eran vacías o creaban inestabilidad, un tío que no acertaba en materia de altas o bajas, un tío caro y, por último, un tío que chocaba con el entrenador y lo intentó torpedear. Que la prensa, que no nos desea nada bueno, critique su despido no hace más que confirmar que hemos hecho bien.
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