Lo que más me indigna del partido de anoche no es tanto el resultado, porque al fin y al cabo de todos los resultados adversos posibles es el menos adverso, como la impotencia de ver que un equipo inferior al Real Madrid planteó el partido con mucha más lógica que los nuestros. Jugó Diarrá en lugar de Lass para, según Pellegrini, evitar quedarse sin la pareja Xabi-Lass para el partido de vuelta al estar ambos apercibidos de tarjeta y en el peor de los casos quedarse únicamente sin uno de ellos para dicho partido. Así fué ya que Xabi vió tarjeta amarilla y se perderá la vuelta al igual que Marcelo el que por cierto no es que sea un coladero en defensa sino más bien un agujero negro por mucho que insista en que su posición es de lateral.
Al contrario que muchas crónicas que he podido leer y escuchar hoy, yo no creo que el Real Madrid hiciese un partido tan nefasto sino que simplemente el Olimpique supo ahogarnos perfectamente con una presión muy intensa ( la foto lo dice todo) y un planteamiento mejor que el nuestro. Si os dáis cuenta en la primera parte los de Lyon no se adentraron en el área en ninguna jugada y se limitaron a disparar desde la frontal; sus únicos remates dentro del área vinieron de córners.
Desde el partido contra el Barcelona se había intensificado el peloteo a Pellegrini; incluso nuestro querido Roncerdo en su blog alabó su gestión del vestuario y la manera de hacer jugar al equipo. Pero Manuel, estás en el Real Madrid y si un jugador por hacer un mal partido va al banquillo, tu por plantear erróneamente un partido vas al disparadero.
Ni mucho menos culpo a Pellegrini de todo porque los jugadores, unos más que otros, tampoco estuvieron finos aunque, para mí, tampoco estuvieron tan mal como dan a entender muchos hoy. La presión hizo que Xabi lo tuviese dificil parea crear, Cristiano lo tuviese dificil para desbordar aunque lo intentó como siempre, Kaká tres cuartos de lo mismo ( a pesar de los palos que está recibiendo hoy), Higuaín no entró mucho en juego y cuando lo hizo también estaba asediado, Arbeloa no tuvo su dia, Marcelo se esfuerza por demostrar que juega bien en todas las posiciones menos en la que él dice que es la suya, etc...; yo destacaría el buen papel de Diarrá y Granero, por salvar algo.
El gol vino por la pasividad de la defensa que retrocedió ante el atacante del Olimpique hasta que éste se vió en una buena posición para disparar. En la primera parte dispararon varias veces a puerta desde la frontal del área sin éxito pero está claro que alguno de ellos tendría que ir entre los tres palos; lástima que Iker no puediese hacer nada.
Me sorprendió ver en el programa de humor Punto Pelota que algunos, entre ellos el presentador Josep Pedrerol, decían que éste habría sido un partido para Raúl, para que motivase al resto de la plantilla mostrándoles los valores del Real Madrid en el terreno de juego.
De verdad os digo que a veces me da lástima darle palos al 7 pero es que con semejantes declaraciones, ¿quién puede resisitirse?. Para empezar, es ventajista posicionarse del lado de un ¿futbolista? después de un mal partido y decir que él habría sido la panacea a nuestros males en Lyon. Lo de motivar al resto mostrándoles los valores del Real Madrid lo podría haber hecho en el vestuario y sin necesidad de empeorarnos más la eliminatoria dándole minutos en el partido más físico que ha tenido el equipo en toda la temporada. Por el resultado final deduzco que esa motivación no llegó, lástima, el mi7o no nos quiso iluminar.
El caso es que estamos un año más en la cuerda floja a pesar de los extraordinarios fichajes realizados. Ganar la Champions siempre es obligatorio para equipos como el Real Madrid pero este año aún más si cabe siendo el Bernabéu el escenario de la final. Creo que es equivocado enfocar esta eliminatoria ( y el resto de la competición) desde el punto de vista de que hemos de ganar por la enorme inversión en fichajes realizada esta temporada, no, hemos de ganar porque somos el Real Madrid. El próximo 10 de Marzo espero que los madridistas que acudan al Bernabéu lo conviertan en una olla a presión y que podamos seguir nuestra andadura en la conquista de la décima.
