domingo, 25 de abril de 2010

Mi partido (por Raúl Gonzalez Blanco)


Éste solo la empujó, nada que ver con mi golazo

Tras la derrota ante el Barcelona en el Bernabéu, parecía alejarse el título de Liga. Por fortuna para mi, ya que muchos antimadridistas...perdón, quise decir muchos antiraulistas me culparían de que el Madrid no ganase la Liga, salí de aquel partido con una lesión que apuntaba a dejarme viendo el final de Liga desde casa.
Después de haber ganado al Valencia, previo empate del Barcelona ante el Espanyol volvía la ilusión al equipo ya que las posibilidades de hacernos con el título se ampliaban. Entonces le dije a mi pierna que no era necesario que estuviera lesionada hasta el final de temporada, que era una pena dejar a Pellegrini sin su mayor revulsivo en el equipo y que debía sacrificarme por el bien de todos.

Dos carreritas bien hechas en el último entrenamiento le bastaron al míster para convencerse de mi recuperación y convocarme. Íbamos a la Romareda, estadio mítico donde debutó el mayor icono madridista de los últimos tiempos: yo. La lástima es no haber convencido lo suficiente a Pellegrini para que me pusiera en el once titular; los que me quitaron el puesto fueron: Iker, Ramos, Alvarito, Garay, Marce, Gago, Xabi, Guti, Rafa, Gonzalo y Cristiano. Digo que todos me quitaron el puesto porque todo el mundo sabe que soy polivalente y el que más siente la camiseta, de hecho cuando me la rompen en vez de coserla me pongo una tirita.

El equipo y yo tuvimos la gran suerte de que en el minuto 15 se lesionó Rafa (y parece que va para largo, bien), entonces el míster me mandó calentar, algo lógico ya que no iba a sacar a los paquetes de Lass, Diarrá o Granero en mi lugar, sería un suicidio deportivo. Salí como un tiro a calentar sabiendo que las esperanzas del equipo maño de llevarse el partido pasaban por mí. Llegó el momento, Rafa abandonó el campo y salí en su sustitución, como Inda manda. El equipo, conmigo a la cabeza, fué un constante peligro para la meta del Zaragoza sobre todo por mi gran remate al palo, a pesar de ello la primera parte la terminamos con empate a cero.
En la segunda mitad me encontraba fundido después del enorme esfuerzo de sudar la camiseta durante la primera parte ya que no veáis lo que transpira la jodía y lo que cuesta dejarla un poco sudada, por lo que le dije a mi pierna que empezase a dolerme un poco pero no mucho, lo justo para poder pedir mi sustitución. Antes de que Pellegrini decidiese a qué paquete iba a utilizar para sustituírme ocurrió aquello que mis amigos Manolo, Edu y Tomás entre otros llevan deseando desde hace tiempo. Disparo de Higuaín al borde del área que rechaza el meta del Zaragoza, remata el rechace Cristiano y de nuevo parada del portero, este segundo rechace vuelve a caer a pies de Cristiano que ve mi apoyo en el centro de la portería como el listo de la clase que soy, me asiste y marco un golazo por la escuadra central inferior a la enorme distancia de medio metro, algo inverosímil para cualquier jugador del mundo y mucho menos con la lesión tan grave que tenía yo. Le dije a mi pierna que me dejase de doler para poder celebrar el gol con Cristiano correteando como un chavalín, eso sí, después la dije que volviese a dolerme pues ello engrandecería el hecho de haber marcado un gol de semejante calibre y solo comparable al de Maradona a Inglaterra en el Mundial de México 86. Con dicho gol me situé como tercer máximo goleador de la historia de la Liga; menos mal que la gente sólo mira los goles, no los partidos jugados. La prensa lo ha llamado "el gol del cojo", me jode un poco pero sé que es por mi bien. Un nuevo récord para el currículum que voy a mandar a la Premier y a la Bundesliga este verano.

Tras haberle dado al Madrid la Liga de este año, fui sustituído con una ovación de la Romareda que estaban encantados de que sólo les hubiese marcado un gol siendo un killer del área como soy. Mi pierna empezó a dolerme justo a tiempo de quedar como un héroe, pues ya no podría haber hecho nada mejor en el partido. Dos minutos después fué expulsado Contini por un codazo a Gonzalo que no llega a impactar sobre su cara; qué poca vergüenza y pundonor tuvo el Pipa quedándose tendido en el suelo para forzar la amonestación al jugador zaragocista, merece ser vendido este año por no encarnar los valores del Madrid.
Yo, como sabía que tenía cámaras siguiendome desde el banquillo me dediqué a poner caras lamentandome por mi lesión y a alentar a mis compañeros para que todo el mundo viera lo comprometido que estoy con el club que me vió crecer desde que salí del filial del Atético de Madrid. Además, voy a ser entrenador del equipo dentro de unos pocos años y tengo que practicar.

En el minuto 61 Colunga empató el partido en un cara a cara de esos que Iker paraba antes de la era Carbonero y me fastidió el protagonismo de la victoria del equipo. Si empatábamos no alejábamos de la Liga, pero al menos la prensa me alabaría por haberle dado un empate al Madrid estando lesionado. En el minuto 82 llegó lo que me quitaría bastante más protagonismo que el gol del Zaragoza y es el gol de Ricardo. Recibió asistido por Ronaldo, se dió la media vuelta y enganchó un disparo cruzado que no quiso parar Roberto. Digo "quiso" porque todo el mundo habrá apreciado que es muchísimo más fácil de evitar ese gol que el mío, nada que ver, pero como es Kaká, el de los 65 millones de euros, el que lo ha marcado...qué poco saben apreciar algunos el talento nacional.

Finalente ganamos el partido y seguimos estando a un punto del Barcelona. En cuanto a mi lesión, los médicos dicen que quizá pueda llegar a jugar en la última jornada de Liga pero creo que todo irá en función del rumbo del equipo. Si superamos al Barcelona le diré a mi pierna que deje de dolerme hasta la pretemporada para que todos vean la importancia de mi papel en la consecución de este título de Liga. En cambio, si no ganamos el título seguiré lesionado y que las culpas se las lleven algunos de mis compañeros que bastante he hecho yo.
De todos modos, desde un punto de vista médico es curioso que en 16 años de carrera sólo me haya lesionado como para no jugar tres partidos seguidos una sola vez y que ahora en dos meses me asedien las lesiones.

Después del partido, mi amigo Jorge Valdano declaró sobre mí que: "Es un activo del club, un ejemplo dentro y fuera del campo y esperamos que podamos disfrutar de él mucho tiempo más. Hizo un gran esfuerzo y hay que valorar que haya jugado con dolores y sólo se ha rendido cuando no podía mantenerse en pie. Eso lo va a decidir Raúl y el club le va a acompañar en la decisión que tome. Ahora le necesitamos para ser campeones de Liga"..
¿El Madrid hará lo que yo diga conmigo? que bien, Ginés haz hueco en la billetera.