sábado, 29 de octubre de 2011

Adios Caca; bienvenido Kaká

Hola amigos. Aquellos que hayáis seguido este blog con cierta regularidad sabréis que le he dado a Ricardito hasta en el D.N.I. Por otro lado, no hemos sido pocos los aficionados decepcionados con su rendimiento, teniendo en cuenta el desembolso del Real Madrid, la vitola de superclase con la que llegaba y su astronómico salario.
En su primera temporada con Pellegrini, se le recuerdan dos partidos buenos, a saber: Atlético de Madrid y Barcelona; el resto del año pasó totalmente desapercibido entre lesiones y rehabilitaciones. El final de aquella temporada fué recordada por muchos de nosotros como la pretemporada del Mundial para el jugador brasileño; y muy desencaminados no ibamos. Fué terminar la temporada y partir rumbo a Brasil para ver si algún doctor de la selección brasileña le confirmaba que podía jugar el Mundial. No solo no le dijeron lo que esperaba oír, sino que fué advertido de que si jugaba el Mundial corría peligro de que su lesión se agravase hasta el punto de volverse irreversible y acabar con su carrera deportiva. Puede que en esos momentos el beato de Ricardo estuviese escuchando misa por la radio y no se diera cuenta de las palabras de los doctores; ¿cómo iba a correr el riesgo de lesionarse de por vida con un club que había pagado por él hace un año un pastón?. Asi que el brasileño jugó el Mundial. Una vez finalizada la cita mundialista, Ricardito volvió a Madrid pero violá; aquella lesión que le había permitido jugar el Mundial, le impedía jugar con el Real Madrid; mecachis.... Asi que el primer año de Mourinho en el banquillo del Real Madrid fué aún más insulso para el futbolista brasileño que el año anterior. Cada oportunidad que el entrenador le daba era una palada más de tierra al nicho de un, para muchos de nosotros, ex-superclase, ex-crack y, en definitiva, ex-futbolista (aunque su salario siguiera sin decir lo mismo). No era Kaká, era Caca. Al final de esta temporada, gozó de más minutos y se le vió una leve mejoría; algo que los medios se apresuraron a calificar de "regreso". Para mí seguía siendo igual de insustancial. Este pasado verano, muchos esperábamos que Florentino terminase con el dispendio que suponía tener a este jugador en la plantilla. Ya que era imposible recuperar lo invertido, qué menos que dejar de gastar un dineral en un jugador que estaba viviendo de las rentas. El propio Ricardito entró en conversaciones con el club donde, supuestamente, se comprometió a, esta vez sí, recuperar de verdad su mejor versión. Suena gracioso que un trabajador, tras dos años en el dique seco, se comprometa en el tercero a hacer su trabajo. Parece que para el club aún contaba mucho el enorme gasto hecho en su momento en fichar al jugador y el desgaste mediático que supondría venderlo a un precio irrisorio en comparación; asi que decidió darle una oportunidad más. En este tercer año suyo en el club, parece que su voluntad y el trabajo de Mourinho estan dando frutos. El que escribe aún espera algo más de alguien que cobra un salario al nivel de Cristiano Ronaldo, pero no cabe duda de que su rendimiento actual es superior al de un jugador mediocre. La mano de Mourinho en todo esto es clave; no solo porque su continuidad ha supuesto una cohesión del juego colectivo que potencia el rendimiento individual de cada jugador, sino porque el portugués está demostrando que, quizá salvo Cristiano, Iker, Pepe y Xabi Alonso, no hay titulares indiscutibles. Que un día juegue Kaká y otro Ozil, que un día juege Benzemá y otro Higuaín, que un día juege Carvalho, otro Ramos y otro Albiol, etc... no hace sino procurar que todos los jugadores esten alerta y no descuiden su rendimiento. Cosas como éstas son las que marcan la diferencia entre entrenadores que ganan títulos y entrenadores que presumen de records de puntos. Como aficionado al fútbol y madridista, me alegro de que Kaká haya dejado atrás a Caca. El día que él solo resuelva un partido, podré afirmar que tenemos a Kaká de vuelta.