miércoles, 21 de diciembre de 2011

José Callejón, de profesión: profesional

Hola amigos. Puede parecer oportunista hacer una entrada como esta en la situación actual. No obstante, vale la pena recordar que en una entrada publicada en época de pretemporada manifesté mi agrado por ver a un canterano no acomplejado por su lugar en el equipo ni por las grandes figuras que lo componen.

Todos recordamos hace un año las críticas vertidas desde los medios y parte de la opinión pública hacia Mourinho por la suplencia crónica de Canales y Pedro León. Para los detractores de esta situación, a priori, existían muchos motivos para que ambos jugadores disputasen más minutos (eran españoles; fin de los motivos). Sin embargo, cuando éstos disputaban minutos, nunca o pocas veces aprovechaban los minutos de confianza que les daba el entrenador. Lo mejor que se recuerda de Pedro León es su gol ante el Milán, y lo mejor que se recuerda de Canales es el buen gusto que tuvo para elegir su Audi.

Hasta el entrenador más exigente entiende que un jugador que disputa pocos minutos no puede tener el ritmo de aquellos que disputan muchos, siendo el esfuerzo y la ambición en estos casos los índices por los que se guía para conocer el nivel de compromiso y trabajo que un jugador suplente tiene.
Desconozco si fueron sus amistades dentro de la prensa, pero alguien hizo que tanto Pedro León como Canales tuviesen interiorizado que debían jugar símplemente porque disputaban pocos minutos y eran españoles. No le discuto su calidad a ninguno de los dos jugadores, pero recordemos que el plan inicial del Madrid (hasta que Marca traicionó a Canales con la famosa portada en la que el entonces jugador del Racing posó con la camiseta del Madrid) era que el jugador cántabro estuviese cedido en su club de entonces hasta que madurase futbolísticamente lo necesario para recalar en el primer equipo blanco. Pedro León era uno de los mejores jugadores del Getafe, pero quizá la exigencia a la que le sometía Mourinho(por otro lado, acorde a la que ha de tener un club como el Madrid) pudo con él, y prefirió echar balones fuera en vez de hacer autocrítica.

Hoy José Callejón les/nos demuestra el auténtico espíritu madridista: esfuerzo, superación y no rendirse nunca. El jugador sabía a qué venía cuando fichaba por el Real Madrid. Sabía que tenía por delante a otros jugadores de renombre, y que tendría que ganarse con mucho esfuerzo cada minuto que el entrenador le diese.
Dicho y hecho; Callejón está demostrando ser un jugador sin complejos ante futbolistas como Cristiano Ronaldo, Benzemá, u Ozil. Tiene claro que su objetivo es demostrarle al entrenador que no se equivoca cuando le confía minutos, y así lo está haciendo. La suplencia de Ozil en Sevilla, en favor de la titularidad de Callejón, deja a las claras que esa supuesta tiranía y manía personal que le atribuían a Mourinho de cara a Pedro León no son más que, como diría Rajoy, insidias.

En estos últimos días se ha especulado con la posibilidad de que Raúl, alias " Me voy del Madrid porque ya no me dejan jugar por decreto", pudiese volver a la selección, viendo que Villa podría no llegar a la Eurocopa y que Torres muestra un nivel bauliano. Supongo que en el país de los postrados en silla de ruedas, el patapalo es el rey.
Me ha sorprendido que nadie haya ni tan siquiera especulado con la posibilidad de que José Callejón pudiera merecer tener minutos con la roja; al fin y al cabo, Torres va a la selección y ha disputado menos minutos que el madridista durante el último mes y medio con su club.
Puede que la única diferencia entre ambos casos es que Raúl tiene una red mediática de amiguetes en los medios de la que carece Callejón; ya se conoce el poder de la publicidad.

Concluyo manifestando mi alegría por ver, por fin, a un canterano que muestra su personalidad en el campo, que no se acompleja ante estrellas de talla mundial y que muestra un espíritu de superación que debería hacer suyo cada uno de los suplentes de un equipo como el Real Madrid. Ánimo, Callejón.